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Más papista que el Papa

Opinion de nuestra compañera Marta Alanis de Católicas por el Derecho a Decidir en Página/12 sobre la posición del ministro de Educación, Esteban Bullrich.

Por Marta Alanis

 En la actualidad nos encontramos viviendo en una sociedad plural, en la que las expresiones de la tolerancia y el respeto a las diferencias son cada vez más necesarias. También asistimos a un proceso de creciente presencia pública de posiciones conservadoras, como la reciente del ministro de Educación, Esteban Bullrich. Se pretende con ello imponer sus concepciones de la moral y la ética. Estas posiciones, ancladas en otras épocas, intentan controlar las vidas de las personas y limitar su autonomía, sobre todo la de las mujeres desde distintas visiones de las religiones pero con el fin de disciplinar.En el caso de la jerarquía católica, ante el evidente fracaso de sus enseñanzas morales entre su propia feligresía –pues las estadísticas demuestran que en países de mayoría católica altos porcentajes de la población contravienen las enseñanzas de los obispos relacionadas con la sexualidad y la reproducción–, intenta influir en las políticas públicas y en la educación pública particularmente con un vocero calificado: el ministro de Educación.

La separación Iglesia-Estado ha sido difícil de aceptar para los dirigentes de la Iglesia Católica hasta ahora que el papa Francisco reivindica y propone el Estado laico. La aceptación católica de este principio es muy reciente, hace apenas cuarenta años que se reconoció en la Declaración sobre la libertad religiosa del Concilio Vaticano II. Un hecho que deja atrás más de 17 siglos –desde la conversión de Constantino hasta 1966– de creencia inflexible en que la ley civil debe adecuarse a las enseñanzas morales de la Iglesia. Así pues, es comprensible que los dirigentes eclesiásticos aún tiendan a creer que deben ocupar un lugar privilegiado en el proceso político. El Estado debe asumir, hoy más que nunca, la responsabilidad que tienen de legislar y gobernar para una sociedad diversa y plural y entender que las creencias religiosas no deben influir la labor pública. El laicismo es una condición imprescindible para el ejercicio de los derechos, lo cual proporciona el sustento para el bienestar de todas las personas.

¿Qué pretende el ministro de Educación Esteban Bullrich? Que se ocupe de las paritarias docentes y asuma el rol que le corresponde al Estado y garantice la educación sexual integral en todas las escuelas que es ley de la Nación y la han vaciado totalmente despidiendo el personal capacitado. Que cada quien atienda su juego y no pretendan ser más papista que el Papa que hoy pide Estado laico y más religioso de todas las religiones que hoy no inciden en el Estado como lo hizo la Iglesia Católica durante siglos.

 

Opinión extraída de la nota de Pag/12. Visitá la nota completa haciendo click aquí.