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24M. Por una Memoria con Perspectiva de Género

Hoy se conmemoran 47 años de la última dictadura cívico-militar que marcó para siempre la historia de nuestro país por los crímenes sistemáticos cometídos entre los años 1976 y 1983. Desde MxM nos detenemos a pensar en la importancia de hablar, también, de la Memoria desde una perspectiva de género. 

Memoria con perspectiva de género, ¿por qué es importante?

A la historia y/o hechos ocurridos durante la última dictadura cívico-militar ya los conocemos, saber algo -aunque sea lo mínimo- sobre este período no se nos escapa: en casa, a través de la televisión, libros, en la escuela, y en otros espacios siempre aparece una referencia. Es imposible que la memoria no se mantenga viva porque es una realidad que forma parte de cada une y nos atraviesa en nuestra cotidianidad como ciudadanes. Pero hay cosas que nos ha costado -y todavía nos cuesta- recordar.

Porque la historia, por más que nos atraviese y sea difícil de negar, se ha encargado de mantener bajo un velo a aquellos, aquellas y aquelles que han sido víctimas de violencias sexuales, abortos forzados, manoseos y desnudos como métodos de corrección y tortura. Es difícil recordar a quienes no han nombrado jamás.

Las Grietas del Silencio dice: “El advenimiento de los juicios por crímenes de lesa humanidad en la República Argentina hace necesario analizar el impacto diferencial que las diversas formas de violencia han tenido sobre mujeres y varones (…)” 

En los diferentes y numerosos testimonios de mujeres que han sobrevivido a las torturas en los centros de detención clandestina, predominan los delitos sexuales, desnudos y abortos forzados bajo condiciones insalubres y desprotegidas , todo ello utilizado dentro de un plan sistemático de disciplinamiento hacia las mujeres. El rol materno también era una herramienta de tortura, en donde les bebés de no más de 20 semanas padecían hambre, falta de higiene y atención médica, como castigo a sus madres. Los derechos sexuales, reproductivos y no reproductivos fueron ultra-violados durante las detenciones clandestinas de la dictadura, y poco -o nada- reconocidas y visibilizadas posteriormente por los medios de difusión que construían estas narrativas. ¿Por qué eran moneda corriente? ¿Por qué eran tan atroces que nombrarlos les erizaba la piel? ¿o simplemente porque, incluso en la recuperación de la democracia y la visibilización del proceso, hay vidas que importan más que otras, que son más importantes de reconocer?

Por otro lado, no hay que olvidar que las torturas hacia el colectivo LGBTTTIQ+ no son un caso menor a la hora de dar cuenta de la violación de derechos, ya que estas eran doblemente agravadas. Hay que tener en cuenta que, para ese momento, incluso antes de la dictadura les trans no tenían ningún derecho que les resguarde y les reconozca como ciudadanes: eran la “paria” de la sociedad, apresades cotidianamente, luchando por sobrevivir en la sociedad que les marginaba; y en el contexto de dictadura, su simple presencia era una amenaza contra la idea de familia heteropatriarcal-cis-católica a la que tanto aspiraban. Y lo que ello significaba, no puede sorprendernos. Amenazas, acoso, arrestos, torturas, mantenerles desnudes, sin comida ni agua, siendo su único método de conseguir algo de esto ser violades por quienes deseen. Así de duro era ser parte del colectivo LGBTTTIQ+ en este período, y lo sabemos con tanto detalle gracias al extenso número de sobrevivientes que nos lo cuentan. 

Hoy, podemos reconocer que estos testimonios estuvieron siempre presentes, pero no siempre hubo gente para escucharles, creerles y pedir justicia junto a elles.

Tanto así que, al principio eran 30.000 desaparecidxs, y luego se transformó “clandestinamente” en 30.400.

Hoy, 30.400 es bandera.

Memoria hoy…

Hoy, sabemos que los feminismos también tienen que ver con como se recuerda el pasado, ya que es el mismo movimiento quién ha contribuído en la creación de espacios para reconocer, visibilizar y reparar las experiencias de mujeres y personas del colectivo LGBTTTIQ+ que han sido víctimas de diferentes y numerosos delitos sexuales en detención clandestina.

Hablar del 24 de marzo con perspectiva de género, también es Memoria, Verdad y Justicia.

Por eso desde MxM nos pronunciamos a través de nuestros diferentes espacios y medios, y pensamos que hoy, la Memoria es reivindicar nuestra historia,

Es identidad,

Es perspectiva de género,

Es reparación histórica,

Es ciudadanía plena,

Es el derecho a tener derechos,

La memoria es también Justicia viva,

Es ESI en las escuelas,

Es lucha colectiva,

Es Democracia,

Pero por sobre todo la Memoria es, Verdad y Justicia para TODES.