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#28M: El consentimiento es salud

Como cada 28 de mayo, en el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, con el objetivo de reafirmar y garantizar el derecho a la salud integral de todas las mujeres alrededor del mundo, volvemos con una consigna en más de 35 puntos de nuestra ciudad gritando fuerte y claro: «El consentimiento es salud».

Por una salud integral

Cuando se habla de salud, en la mayoría de las ocasiones, se habla de aquella hegemónica, binaria y puramente biologicista. Días como hoy nos invitan a reflexionar, y nos preguntamos, ¿es suficiente esta idea de salud para abarcar el abanico de desigualdades y violencias estructurales que padecen los cuerpos feminizados día a día? ¿Qué significa que en el imaginario sanitario los embarazos no precisen consentimiento para gestar y parir? ¿Por qué el aborto como alternativa vital de las todas personas embarazadas no es informada en las consultas de primer trimestre pese a que obligatorio desde la ley 27.610? ¿Alcanza un NO cuando de decidir no gestar se trata?

La respuesta es simple: no, no es suficiente.

Según la Organización Mundial de la Salud, la salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.

Por ello, siempre que podamos, vamos a poner sobre la mesa la importancia de una salud integral. Un ”estado de completo bienestar” que tenga en cuenta los factores sociales, económicos, psicológicos de cada persona. Una salud que sea respetuosa con nuestros cuerpos, nuestras decisiones, nuestras libertades, nuestros deseos y nuestras vidas.

NO ES NO

¿Qué tiene que ver «NO es NO» con la salud? Nuestras compañeras de MxM responden a esta pregunta.

Soledad Deza– presidenta de MxM- plantea que «consentir es decidir, es acordar, es elegir, es libertad, es deseo y es salud. “No es no” es la brújula de todas las relaciones humanas y un faro para la soberanía sexual en un mapa que ha erotizado el sometimiento por sobre el consentimiento».

Sofia Gandur– fundadora y abogada feminista- considera que «consentir es salud porque implica cuidarse. Es anteponer el propio deseo, elegir el propio plan de vida, decidir qué hacer y qué no, es ejercer la autonomía. Y si ese deseo, ese plan, ese proyecto es de verdad el propio, entonces con-sentirlo es salud».

Fernanda Mónaco– fundadora y psicóloga feminista- advierte que «No es no. La posibilidad de consentir, cómo la de negarnos a consentir nos coloca en un lugar de sujetx protagonista de nuestro cuerpo y nuestro devenir. Consentir nos permite relacionarnos con otres desde un lugar de autonomía y no desde el entrampamiento que implica que un otre nos coloque en posición de objeto de sus propias necesidades. Consentir es salud porque nos posibilita ejercer y desplegar nuestra subjetividad en un vínculo con otres desde un lugar de paridad y no desde la violencia que implica el sometimiento.«

Mariana Álvarez- fundadora y abogada feminista- considera que » Este 28 M salimos con la campaña «consentimiento es salud» porque decidimos poner el foco en cuanto hay de real y posible de concretar un consentimiento en el ámbito médico, si las mujeres, disidencias, no accedieron a información, si esta no estuvo disponible, sino se brindó de forma accesible, asequible, con calidad, y adaptada a cada persona. El consentimiento es un proceso, y el primer escalón es que sepan de qué se trata, porque están ahí, que les puede pasar, que opinan sobre ese acto médico y si están o no dispuestas a correr ese riesgo, que pueden también negarse a continuar o suspender el tratamiento. Consentir sólo es posible si estamos informadas. El acceso a la información es un elemento básico del derecho a la salud

Adriana Álvarez- tocoginecóloga y fundadora- agrega que «Consentir en salud es tener la información correcta y veraz para poder decidir ,ejercer nuestra autonomía y libertad de aceptar una prescripción. El consentimiento en medicina debe reflejar que les pacientes /usuaries deciden sobre su propio cuerpo.»

Flor Sabaté -Área Institucional- nos dice que «La Salud y el consentimiento están íntimamente vinculados y no es algo de lo que hablemos lo suficiente. La salud sexual es gozar de una vida sexual plena cuando, como y con quien une desea de forma libre e informada. Es importante que se lea claro esto porque no todes les jóvenes tenemos acceso a esta información”. Por su parte, Alina Gramajo -Área de Comunicación- añade : «Hablar de consentimiento es difícil y relacionarlo con la salud, aún más. Nos enfrentamos a una sociedad que se resiste a este tipo de planteos porque implican desmantelar muchísimos cimientos: es hablar de todas aquellas veces que fuimos violentadas y abusadas por personas, por instituciones, por sistemas que nos rodean y en lo que convivimos».

Julieta Lobo -Área de Comunicación- considera que: «Sin consentimiento, no hay salud. El consentimiento debe estar presente en cada decisión y práctica de nuestra vida cotidiana; en el acceso a nuestra educación, en el contexto familiar, en una consulta médica-ginecológica, en nuestros vínculos afectivos, en nuestras relaciones sexuales… en TODO. Por eso es importante habilitar espacios de diálogo y escucha en donde poder reconocer nuestros límites y el de les demás».

Magalí Fernandez -Área Institucional- agrega que «Consentir o negarse es el primer escalón de la autonomía. Y ningún vinculo resulta saludable puede construirse sin ese primer paso. El poder decir o manifestar un deseo no debe ser algo que se traduzca en un derecho de pocos, porque el no decir cuando no queremos se traduce en situaciones de suma violencia». En consonancia, Pablo Querci -Área Legal- suma que: «Debemos ampliar el margen de análisis de lo que el consentimiento puede significar, entendiendo que el consentimiento se vincula directamente con decisiones que develan la plena autonomía de cada une. El consentimiento entonces, es un concepto amplio que abarca diferentes dimensiones y contextos más allá de la atención médica, como ser el consentimiento en relaciones personales. Esto implica que en las vinculaciones sexo-afectivas, todas las partes involucradas deben dar su consentimiento de manera libre, voluntaria y con pleno conocimiento de lo que están aceptando. Es esencial para establecer límites y respetar la autonomía y dignidad de cada individuo.»

Ivana Romero -Área Legal- introduce otro tipo de consideraciones «El consentimiento existe verdaderamente solo cuando hay acceso a la salud sexual y a la información plena. Es así que entendemos que sin ESI no hay consentimiento». Así es como reflexionamos soluciones para poder derrumbar este sistema cis-heteronormativo patriarcal que nos violenta. No es casual que en pleno 2023, con todas las provincias de nuestro país adheridas a la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral, la ESI este lejos de ser implementada de manera correcta en todas las instituciones educativas y de formación; no es casual que la Ley Micaela sea brindada por gente sin perspectiva de género e interseccional a todes les funcionaries y responsables de nuestro bienestar. ¿Será porque estas son herramientas claves para que el abuso y la violencia deje de existir? ¿será que quienes se benefician del sistema temen a una sociedad despierta y con autonomía?

Este 28 de Mayo, invitamos a todes a a pensar en el deseo como la base todas las relaciones humanas y en el derecho a decidir como el inicio de todo plan de vida. Basta de trampas: Consentimiento es Salud.

Si querés saber más sobre el consentimiento informado para gestar y parir lee este articulo: https://mujeresxmujeres.org.ar/wp-content/uploads/2017/03/CONSENTIMIENTO-INFORMADO-PARA-GESTAR-DEZA-ALVAREZ.pdf

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