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8 años de la Absolución de Belén, presa por un aborto espontáneo

Un 27 de marzo de hace 8 años, la Corte Suprema de Justicia de Tucumán absolvió a Belén, una joven que había sido condenada por un aborto espontáneo ocurrido en un hospital. Este fallo no solo marcó un precedente legal, ese mismo día el Poder Judicial de Tucumán envió un potente mensaje a toda la sociedad: no pueden hacer con nosotras lo que quieran

Soledad Deza, abogada y defensora de Belén, no solo luchó por su libertad, sino que también se convirtió en la voz de todas las mujeres argentinas que podrían estar en una situación similar. La defensa técnica del caso fue un acto de resistencia frente a una condena injusta, destacando la importancia de la autonomía de las mujeres.

La Mesa para la Libertad de Belén se formó con organizaciones locales, agrupaciones estudiantiles y espacios de género de partidos políticos como un ejercicio feminista para construir legitimidad política en torno a la justicia reproductiva y ampliar las voces en la calle.

Este caso se destacó por tener la mayor cantidad de amicus curiae en Tucumán, lo que refleja el apoyo y la solidaridad de diversas organizaciones y activistas de todo el país en la lucha por los derechos de las mujeres.

El caso «Belén»

Belén, nombre ficticio para preservar la identidad, ingresó a la Guardia del Hospital Avellaneda -en Tucumán- la madrugada del 21 de marzo de 2014.

Con 25 años y dolores abdominales fuertes Belén entró acompañada de su mamá por esa misma puerta que la despediría esposada camino al Penal de Santa Ester donde permaneció alojada hasta que obtuvo su libertad 29 meses más tarde.

A las 3.50 de esa madrugada la atendieron dos médicas y un médico. Le diagnosticaron un «abdomen agudo» y le administraron calmantes inyectables. Volvió a la camilla donde estaba, una enfermera le acercó una frazada porque Belén dijo tener frío. Pasó aproximadamente allí dos horas. 

Cuando amanecía y la hora de limpieza avanzaba, le indicaron cambiarse de camilla y allí constataron una hemorragia. Fue derivada al Servicio de Obstetricia del mismo

Hospital donde la recibiría su primer «Juez»: el Dr. José Daniel Martín. Fue él quien le diagnosticó un «aborto espontáneo incompleto sin complicaciones» registrado correctamente en la Historia Clínica  y fue también él quien convirtió ese aborto en un «homicidio», con ayuda de una policía.

Ese aborto espontáneo se convirtió en una causa judicial de «aborto seguido de presunto homicidio» y luego de una investigación fiscal plagada de irregularidades, en un «homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía».

La historia de Belén es la historia de un evento obstétrico adverso que se transformó en un caso policial primero y judicial después que, con una defensa legal feminista y la ayuda del movimiento de mujeres se conviertió en un hecho político que puso al descubierto una tríada de poder para disciplinar mujer con la herramienta más violenta del Estado: la cárcel.

La película 

Somos Belén es una película basada en una historia real que dio origen a un movimiento internacional. Somos Belén narra el caso estremecedor de una joven acusada injustamente de cometer un aborto ilegal, y de Soledad Deza (Dolores Fonzi), la abogada valiente que se encarga de este caso altamente controversial y explosivo. Producida por

K&S Films (ganadora del Oscar por Relatos salvajes), Somos Belén nos lleva a Tucumán, una región conservadora de Argentina, donde el juicio de Belén se convierte en un punto de tensión en la lucha constante por los derechos reproductivos de las mujeres. Mientras Soledad se enfrenta a un sistema legal corrupto, clasista y patriarcal, la historia de Julieta enciende una ola de indignación y solidaridad, impulsando un movimiento imparable en busca de justicia.

Memoria feminista 

Belén estuvo presa 29 meses y siempre pesará en nuestra memoria la pregunta feminista ¿Donde estuvimos cuando nadie estuvo para Belén ese 21 de Marzo de 2014 en que fue apresada? 

Hoy, como ocurrió en 2016, Belén tiene quien cuente su historia de (in)justicia y nuestra ONG está orgullosa de esa defensa feminista técnica histórica, porque TODAS FUIMOS, SOMOS Y PODEMOS SER BELÉN.