Charla de peluquería con Claudinna Rukone
En medio de un caos donde el Coronavirus nos muestra la biopolítica en acción, entre ruleros y sororidad charlamos con Claudinna Rukone sobre otra biopolítica: la de la cuerpa. Ella es activista trans, integrante de L.O.T.O y flamante impulsora del Cupo Laboral Trans en el Poder Judicial de Tucumán. Sentante y tomate un café con nosotras en esta charla de peluquería !
Por Florencia Sabaté
MxM: ¿Cómo definiría Claudinna Rukone a Claudinna Rukone?
Claudinna: Creo que la forma en la que yo misma me veo es como una laburante. Toda la vida lo he sido. No conozco otro mundo, más que el del laburo. Todo lo que hago está atravesado por mi trabajo, y cuando digo “mi trabajo” me refiero a mis multiples trabajos, porque ser trava me llevo a tener que revolver todo lo que podia para rebuscarmela.
Fui costurera, peluquera, puta, maquilladora, vestuarista, actriz, conductora de eventos, drag queen, en fin, todo lo que surgió lo fui tomando como posibilidad de laburo.
Entonces, en ese aspecto, fui favorecida porque conocí muchísima gente que me fue nutriendo un montón. Entonces, no solo me reconozco como una laburante, sino que agradezco ese lugar en este mundo.
MxM: ¿Cuándo sentis que te posicionaste como feminista?
Claudinna: La verdad que siempre fue un titulo que a mi parecer siempre me quedo gigante.
Comencé a militar por una necesidad personal, al sentir que mis derechos estaban siendome negados de una manera espantosa, esto fue en el año 2007. Yo estaba en la facultad y sentía que mi documento no me representaba, y buscaba y peleaba con la gente del INADI para que alguien me represente legalmente ante un pedido a la justicia para rectificar mi DNI.
En ese momento no existía ningún antecedente, pero yo sentía la necesidad de transitar la sociedad con un documento que me identifique. Me sentía muy sola, pero también sentía que a muchas otras les debía pasar lo mismo. Entonces, empece a militar por esa razón, y me rodee de feministas que tenían una visión y una formación increible y un discurso del que hasta el dia de hoy sigo aprendiendo y sigo sintiéndome súper agradecida de formar parte de este mundo, tan grande e ignorado, al igual que el mundo trans.
A mi transfeminismo lo considero a flor de piel, lo llevo a todos lados, cuando doy clases, cuando doy charlas, cuando estoy con amigues, con mi mamá.
Comienzo a tomar conciencia que el feminismo no tan solo me atravesó, sino que también ahora me siento parte de ese feminismo, y lo llevo con orgullo.
MxM: ¿Cómo imaginás un mundo no binario ?
Claudinna: Feliz, ante todo. Creo que el casillero “hombre”/ “mujer” en todos los ámbitos fue un elemento fundamental para la discriminación y exclusión, porque en algún momento esos casilleros comenzaron a representar la posibilidad de dejar afuera a muchas personas. Muchas personas que tal vez en forma inconsciente sabían que estos casilleros no lxs representaban, hablo de las identidades trans primeras. En algún momento de la vida comenzaron a aparecer como una burla, tanto en los medios como en el discurso social, en los noventa pasó lo mismo.
El binarismo hasta el día de hoy sigue siendo una herramienta de exclusión y discriminación, con lo cual yo pienso que en el momento en que esos casilleros comiencen a desdibujarse, que dejen de ser una herramienta que le quite valor a la persona que se nos presenta, es ese el momento donde encontraremos el avance como sociedad.
MXM: ¿Cómo nació L.O.T.O y que articulaciones consideras son potentes para la agenda del colectivo LGBTTIQ+?
Claudinna: L.O.T.O comenzó con el transfemicidio de la compañera Ayelen, donde nos encontramos reunidas todas ante una marcha multitudinaria, pero nos encontramos reunidas pero no juntas. Ahí nos dimos cuenta que hasta ese momento no encontrábamos quien nos represente dentro del colectivo, ya que siempre las representaciones del colectivo LGTBIQ estuvieron en manos de varones Cis Gays, Mujeres Cis lesbianas, pero particularmente siempre por hombres cis.
Entonces en toda esa fila nosotras siempre eramos la cola, porque siempre había unita que aparecía cada tanto, pero luego desaparecía porque no se le daba el espacio o se la ayudaba para que la compañera se forme para que pueda ejercer su derecho a ser escuchada. A partir de ese momento comenzamos a reunirnos, y comenzamos a sentir que teníamos que comenzar a ser protagonistas de nuestra propia historia, porque no podíamos permitir que hombres cis sigan hablando por nosotras.
Así nació L.O.T.O, y comenzamos a articular con un montón de organizaciones que están siempre ahí, al pie del cañón, ya que nuestra principal herramienta es la información. Tenemos la suerte de trabajar con organizaciones como Mujeres X Mujeres, que son abogadas que siempre estuvieron ahí, preguntando, consultando, acompañando en forma completamente desinteresada, y, tal ves, a las personas de ANDHES que nos brindaron espacio para dar capacitaciones y de formar parte de actividades que nos fueron nutriendo y otros espacios que nos fueron abriendo puertas, a los cuales podemos acudir cada vez que necesitamos información.
Nuestra primera función es acompañar, informar y aprender también. Porque hay todo un mundo nos perdimos por ser travas, porque cuando eramos chicas sentimos que no teníamos más lugar que la calle, y entonces nos quedamos afuera de muchas cosas, no tan solo de grupos familiares, de la educación.
MXM: ¿Cómo es militar la disidencia sexual con el cuerpo en una provincia del Norte argentino? Cómo incide la presencia religiosa en la arena pública?
Claudinna: Para mí, militar desde la cuerpa fue siempre una necesidad. Cuando en mi adolescencia comencé a transitar la transgeneridad y a descubrirme y a saber que todo lo que pasaba en mi escapaba de las realidades que me rodeaban, comencé a recluirme y no salir a menos que sea de noche. Salir a la calle y que te griten puto, libremente, sin importarles nada, y que un grito sea lo mas barato que sacabas en un día que salias a la calle. Mucho menos pasar por una salida de colegios, que se transformaban en una fiesta de insultos.
Sin embargo por mi personalidad, me dije que no podía quedarme esperando a que anochezca para salir. Me obligue a formar parte del paisaje de la sociedad. Salí un día recibí insultos. Otro día y recibí mas insultos y pedradas. Salí otro dia y recibi muchos mas insultos. Después del primer mes, los insultos pasaron de ser moneda corriente a desgastante para quien me insultaba, porque yo no dejé de salir. En ese momento entendí que la principal causa de esa violencia era la ignorancia, el desconocimiento, y por eso, al día de hoy, milito ese concepto.
El volvernos parte de un paisaje que nos había tenido invisibilizadas, y lo necesario que es pasar de hablar de la inclusión, a hacerlo real. La inclusión es militada por muchos grupos, pero es distinto militarlo desde la cuerpa.
Ponerle la cuerpa a la sociedad, a la calle, a la luz del dia, a que la gente entienda que acá hay unas cuerpas que son diferentes y que no por eso dejamos de ser personas, para que de una vez esto se transforme en una sola sociedad es muy importante y necesario.
Sobre la parte religiosa, es algo bastante loco pensar que vivimos en una provincia norteña en donde la religion tiene tanto peso. El catolicismo, el discurso de transodio, transfofia son muy importantes, homofobia y lesbofobia son muy importantes en la creación de ese marco religioso. Estos son discursos que yo puedo asegurar que no aparecen en la biblia. Que no hay un apartado que hable de las travas, pero sin embargo se dieron maña y acomodaron todo a su favor. Sin embargo, que nos rechacen, por no estar dentro de sus estandares, pero que nos toleren, es peligroso.
Dudo que las Iglesias con esos discursos consigan algo más que exclusión y miseria. No nos tiene que tolerar nadie, nos tienen que respetar. Lo curioso es que me encontré con muchas personas que tienen la Iglesia tatuada en la frente y lo único que necesitaban era escuchar de nuestras bocas nuestras realidades para entender de que sus discursos de separación de “quien si” y “quien no” pude vivir en este planeta, no solo estaba errado, sino que de este lado hay personas.
Vivir en el norte de Argentina es bastante complicado siendo parte del colectivo LGTB, porque tenemos un discurso que nos pone el pie en el pecho cada vez que queremos entrar a algún espacio. La frase “no es normal” sigue funcionando, y es increíble.
Soy lo más normal del mundo, soy una persona. Lo que no es normal es que se nos nieguen derechos por ser travas. O que se esconda la gente atrás de una cruz para decir que está bien o mal.
A lo largo de este tiempo me di cuenta que los discursos están plagados de alguien que les llena la cabeza, y eso es peligroso porque la gente necesita creer en algo. En alguien. Entonces se cierran, pero una vez que nos conocen cambian su perspectiva.
MxM: ¿Qué papel consideras tenemos les jóvenes en un nuevo orden social sin jerarquías sexo-género?
Claudinna: Yo creo que en la juventud esta todo lo que está bien (rie). Está todo lo que necesitamos para que este mundo termine de una vez por todas de desempolvar esas telas de arañas que hace siglos han hecho que la gente sufra. La juventud está creciendo en un espacio maravilloso del cual estoy siendo espectadora, en este momento bisagra de la historia en el que las barreras se están rompiendo de una manera impresionante, y ver actualmente adolescentes trans y conviviendo con adolescentes cis y que no exista para ellos una diferencia que toda la vida fue histórica, muestra que esas barreras para la vida nuestra en comunidad están derribadas. O se están derribándose.
El pensamiento crítico de les jóvenes es tan elevado, yo siento que de elles aprendemos mucho, y creo que mas espacios tienen que estar transitados por la juventud. Es una juventud que esta creciendo con muchos espacios conquistados y muchos derechos adquiridos que nosotres no tuvimos.
Para mi el rol de la juventud, hoy, es importantísimo y necesario.
MXM:¿Considerás que el cupo laboral trans en el poder judicial es una punta de lanza? Cómo se siente que este logro tan importante se haya dado en un poder del Estado con tanto boato como el judicial ?
Claudina: Si, es una punta de lanza muy importante considerando que este proyecto se presento hace dos años y lo dabamos por muerto. Que en este momento se recucite es súper importante para nuestra Agenda Política.
Hay una necesidad imperiosa de que se comience a visibilizar la realidad de personas trans, en esta realidad en la que la gran mayoría (97% de personas trans) vivimos en estado de indigencia. Viviendo un día a día con el mango ganado para comer en el momento, y después no sabemos qué sucederá. Muches no tenemos una conteción familiar la gran mayoría, mucho menos del estado. Que si bien esta posibilidad que abre el poder judicial de trabajo genuino, real y concreto va a beneficiar a una poblacion mucho mas jóvenes, menores de 30, y las que no entramos en esas exigencias quedamos en un limbo en el que no sabemos hacia donde correr.
Y ni hablar de las compañeras que pudieron atravezar los 50, que no tienen obras sociales, aportes jubilatorios, que se les exige para jubilarse como mínimo tres años de monotributista. Hay compañeras que desde diciembre se mantuvieron hasta febrero con un bolsón navideño.
Entonces es una punta de lanza importantísima, pero es necesario que se haga eco a toda la provincia. Sobre todo al poder legislativo. Que nos viene negando el derecho y la escucha. Hay gente que es indigente y está olvidada y negada de la sociedad. Se tiende a pensar que la trava es puta y maneja plata fácil, pero da la casualidad que no todas las travas que son putas tienen plata porque resulta que estamos viejas, y la plata yo no se nos da, el cuerpo ya no se nos da como antes. Entonces ¿Qué hacemos con estas realidades?
Es sumamente importante que el Poder Judicial, que es un espacio durísimo y conservador -que nos negó tanto- haya renovado el aire en ese lugar y haya tomado medidas urgentes como ésta. Es algo realmente alentador para nosotres como Colectivo.
MxM: ¿Existe un feminismo cis hegemónico ?
Claudinna: Existen muchísimos tipos de feminismos según lo que yo advierto. Hay feminismos que son los que mas me asustan que son los que se militan en los medios de comunicación, porque es al que le abren puertas, y es personal e individual. Al feminismo que yo mas apoyo y en el que confío, el que tiene que acabar de voltear el pudo patriarcado, el machismo y machiruleo que nos ha dado veneno durante tanto tiempo es el feminismo de las calles.
El feminismo del pañuelo verde, que considera que los derechos son para todas, y que me hizo entender a mi de que yo soy parte de un todo. A mi me emociona y me llena de valor, saber que ese color verde no solo me envuelve sino que me acompaña.
Entonces cada vez que aparecen estos feminismos periféricos a mi me da risa, pero siento que hay mucha gente que no entiende y pone al feminismo de las calles en un lugar negativo. Pero sin embargo, lo bueno es que la juventud está derribando estos conceptos.
MxM: ¿Fortalezas y debilidades en los feminismos hoy ?
Claudinna: Fortalezas es que por primera vez siento que la necesidad hizo que todas nos abracemos y que eso está haciendo crecer al feminismo cada vez mas. Debilidades, quizás son las dudas que nacen a raíz de las mismas preguntas que nos hacemos para que esto tome cuerpo. Estas dudas nos debilitan y nos ponen en un lugar vulnerable frente al machismo que esta tratando de tener mas protagonismo, para volver a someter a la mujer.
Yo creo que lo importante es que el cuerpo y el feminismo están ocupando un lugar muy importante, que aunque siempre lo tuvo, ahora no está oculto. Que antes nos costaba llamarnos femministas, pero hoy lo hacemos con orgullo y empoderamiento.
MXM: ¿Una palabra que sintetice “Lo personal es político” para Claudinna Rukone?
Claudinna: La palabra que define lo personal es político para mí es: atrevida.
Nada de lo que conseguimos lo hacemos sin atrevimiento.
La militancia la llevo a flor de piel, y se me nota, se me nota que no me importa lo que otros piensan sino lo que es justo. Pero para llegar ahí, hizo falta atrevimiento. Para meterme en lugares o hablar con gente, debatir, refutar, educar políticos. Abrirles las cabezas para que entiendan lo que estábamos sintiendo todas.