Absolución para Yolanda
Desde la fundación Mujeres x Mujeres presentamos el día miércoles 18 de Agosto un Amicus Curiae para el caso de Yolanda Vargas, alertando a la justicia salteña de los peligros de una justicia impuesta sin perspectiva de género, cargada de estereotipos y ajena a las diferentes realidades sociales.
Por Mujeres x Mujeres
Desde nuestra Fundación aportamos argumentos que cuestionan jurídicamente la imputación de la joven trabajadora Yolanda Vargas, quien a causa del abandono Estatal, perdió a su familia y todos sus bienes.
Hoy, ese mismo Estado ausente que nunca supo proveerle de políticas públicas de vivienda ni asistencia de cualquier tipo, la persigue y criminaliza por una tragedia que jamás estuvo en su control.
El pasado 9 de febrero, en el hogar de Yolanda y sus hijes se produjo un incendio provocado por falla de la precaria conexión eléctrica, ese día como cualquier otro, Yolanda siendo cabeza de familia y cuidadora exclusiva, se vio obligada a salir en busca de sustento para su familia, al volver se encontró con su hogar destruido y sus hijes muertos. El Estado, en lugar de brindarle la contención que necesitaba le puso las esposas y la criminalizó, haciéndola responsable por un suceso que ni siquiera pudo prever.
La Fiscala Carreras, al perseguir y violentar a Yolanda no hace más que generar responsabilidad estatal frente a convenciones internacionales con jerarquía constitucional, pues es importante recordar que en la Recomendación Nº 33 del Comité para la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, Considerando nº 16, respecto de la disponibilidad de sistemas de justicia, el comité recomienda que se apliquen mecanismos que garanticen que las normas probatorias, investigaciones y otros procedimientos probatorios jurídicos y cuasi judiciales sean imparciales y no estén influenciados por prejuicios o estereotipos de género; imputando a personas en razón de su condición de género y así esterotipandolas en roles socialmente asignados.
Fue procesada sin considerar en ningún momento la realidad de marginalización y precariedad en que ella y sus niñes vivían, pues ya ni siquiera contaban con el apoyo de la guardería municipal cerrada por falta de presupuesto o del comedor Rayito de Sol del cual Yolanda era colaboradora desde hace mucho tiempo, en busca de ayudar a combatir el hambre en su comunidad.
A la hora de imputar a una víctima no solo se debe tener en cuenta la tipicidad de una acción antijurídica, sino que se deben tener en cuenta aspectos centrales como quien era Yolanda, a que se dedicaba, como ejercía su rol de cuidadora exclusiva y ahondar mucho más en cuestiones imprescindibles como cuál era su realidad. Estos datos no deberían ser omitidos al momento de imputar a cualquier persona, son datos relevantes porque las personas no somos solo hechos y tipos penales.
La justicia, la responsabilizó sesgada con estereotipos de género, que le imponen a las mujeres estándares inalcanzables de heroísmo y abnegación maternal, revictimizandola y cargándola de culpa. Yolanda fue imputada por ser mujer, madre, pobre y de identidad marrón. Para el Estado ella no era nadie hasta que encontró en la tragedia una excusa para imponer un castigo que evidencia la aversión de este hacia los sectores populares marginalizados.
Por todo esto, pedimos que la justicia actúe con perspectiva de género y considere la realidad de cada caso, juzgando libre de estereotipos, buscando brindar soluciones y no solo castigar.
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