Que el aborto sea ley para las pibas
Nos tocó tener esta edad en este debate, pero tenemos también la edad para resistir, para hacernos escuchar, para salir a la calle, para marcar a los que deciden por nosotras lo que está mal y para luchar por todo lo que sabemos que está bien
Por Florencia Sabaté*
En estos días de pleno auge del debate de la legalización del aborto en las redes y en las calles, escuchamos posiciones tomadas desde ambos lados: a favor y en contra. Pero es la primera vez que en una discusión de tanta relevancia social lxs jóvenes tenemos voz en el tema.
Es la primera vez que lxs “chicxs” charlan en la mesa de lxs “grandes” sobre aborto. Lo digo siendo joven y viendo como pibas como Ofelia Fernández, se plantan en el Congreso con una voz que es la de todas, con un grito que no sólo no fue escuchado por ser mujeres, sino especialmente por ser chicas.
El argumento de la edad para invalidar una postura no solo es obsoleto, sino que es lamentable. Si hay algo de lo que sabemos las pibas es que nos priven de nuestros derechos. Sabemos lo que es sufrir la constante violencia machista en ámbitos escolares, sabemos lo que es no poder salir a la noche sin tener miedo y sabemos lo que es no poder gozar de nuestra vida sexual libremente.
Y sí, somos pibas, nos tocó tener esta edad en este debate que condicionará de para bien o para mal nuestros cuerpos. Pero tenemos también la edad para resistir, para hacernos escuchar, para salir a la calle, para marcar a los que deciden por nosotras lo que está mal y para luchar por todo lo que sabemos que está bien.
Entonces si a mi me preguntan hoy por qué quiero yo que el aborto se despenalice, diría porque no solo es una deuda para con las compañeras que murieron en la clandestinidad por culpa de un Estado ausente, sino porque es cuestión de abrir las ventanas y ver que la juventud se lo está pidiendo a gritos.
Este 13 de junio yo espero que los diputados tengan en cuenta el clamor de las nuevas generaciones, espero que sepan que no somos indiferentes, que no queremos que gobiernen nuestros cuerpos, que nos queremos vivas, que nos queremos libres y que quienes deciden en el Congreso nos deben que el aborto sea ley.