Desafío autorías: niñas institucionalizadas y el valor de la palabra
El Instituto Santa María Goretti alberga 38 niñas en situación de cuidados parentales. Todas provenientes de distintos puntos de nuestra provincia. Todas con su propia construcción subjetiva.
“¿Cómo se le explica a una niña que nunca fue escuchada la importancia de su historia? ¿Cómo decirles que hay tantas formas posibles de contar un cuento?” Estos fueron los interrogantes iniciales que operaron como motor inicial de nuestro itinerario de viaje.
Teniendo en cuenta el elemento político que constituye el tomar la palabra para hacer uso de la lengua, es que un proyecto en el que son las infancias institucionalizadas las que alzan la voz para reconstruir sus propias autorías personales cobra sentido a los ojos de nuestra mirada feminista e interseccional.
Habiendo transcurrido un mes, podemos decir que nuestras quince niñas, comprenden mas o menos a vuela pluma la importancia del yo en primera persona. En estos treinta días entendimos que las historias se cuentan a través de letras y dibujos, de canciones y de podcast, de afiches y origamis. No hay limites cuando de tomar la palabra se trata.
Creemos en un activismo cultural e intergeneracional que apueste a fortalecer las autorías de las palabras y de los pensamientos de las niñas institucionalizadas, que como bien sabemos son quienes cargan con mas capas de vulnerabilidad.
Como estudiante de literatura y joven feminista siento que estos espacios de construir desde la literatura y a la vez deconstruir la literatura son sumamente valiosos en términos feministas. Quizás la agenda habitual nos lleva como activistas a ocuparnos de lo que apremia, pero hay realidades que coexisten con las nuestras que pueden necesitar un abrazo feminista también.
Florencia Sabaté, área de comunicación-Tallerista
Escribir(se) es un viaje de ida. Entender(se) tambien lo es. Este proyecto nos enseña tanto como pretendemos nosotras enseñarles a ellas y creemos que es en esa dialectica de saberes y experiencias compartidas donde radica la riqueza de nuestros sábados por la mañana.