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Dia de acción global por el aborto legal

Es día de lucha por el aborto y las calles de Tucumán lo saben

Por Mujeres x Mujeres

Para este día especial, en un año tan difícil, decidimos intervenir nuestras calles tucumanas con dos mensajes bien potentes.

La deuda de la democracia con nosotras tiene larga data y sigue impaga. Sabemos que son tiempos de Pandemia, pero las mujeres y personas gestantes siguien abortando en la clandestinidad y muchas de ellas lo harán en forma insegura, poniendo en riesgo su vida y su salud. Muchas otras no se atreverán a abortar y serán madres sin haberlo previsto, sólo por tener útero. Algunas cargarán con sus culpas y otras con amenazas penales,

porque el delito de aborto, SÍ se usa en la vida real.

Por eso, algo tan simple, como señalar que «el aborto legal, seguro y gratuito es una deuda de la democracia» nos pareció tan importante. Porque a veces en lo más simple, se esconde lo más complejo y porque sobre los silencios, se tejen las peores historias.

Nuestros cuerpos, ni lo de nuestras hijas, ni los de nuestra madres serán completamente libres e iguales mientras subsista el consenso legal para penalizar el ejercicio autónomo de decidir abortar. De desafiar el mandato de maternidad que cifra desde las infancias más tempranas una orden y que se inscribe a fuego con la ayuda de la amenaza de cárcel.

Sabemos que a esta deuda no la contrajo Alberto Fernández, pero nuestro Presidente se obligó en campaña electoral a saldarla y acá estamos esperando que cumpla.

El otro mensaje es más directo y está enviado a cada profesional de la salud que invoca la ética para impedir un aborto legal. A cada médico o médica que brinda información falsa u oculta información verdadera para convencer a una niña de parir y gestar, aún sabiendo los riesgos que la evidencia científica ha recolectado como daño a la salud de esos cuerpos no preparados para la maternidad.

Interpelamos a cada agente de la salud pública que se auto-percibe moralmente superior y mira para otra parte cuando en su camilla, en el box de al lado, o en el pasillo hay una niña o una adolescente panzona a quien nadie le cuenta que tiene derecho a abortar, o peor aún, le acercan un licuado y la convencen que es una bendición de Dios lo que le pasa.

Por eso hicimos hincapié en que detrás de cada NIÑA MADRE hay un profesional que incumplió su deber de garantizar un aborto legal. Porque brindar información clara, veraz y acorde a las competencias de quien la recibe, es una obligación legal, porque informar sobre todos los cursos de acción terapéutica vigentes para un embarazo forzado o riesgoso para la salud es una obligación legal y porque respetar la autonomía, aún cuando no coincida con las preferencias médicas, también es una obligación legal.

Porque abortar, es un derecho desde hace 100 años para esas niñas. Y si no lo saben, es porque hay una sociedad que las quiere madre a cualquier precio, incluso a costa de su salud.

Entonces, guarde el equipo de salud las objeciones de sus conciencias para aplicarlas dentro de sus familias, sus entornos o sus círculos sociales aventajados donde curiosamente, no es común ver niñas madres. Ellas nacen pobres, viven lejos, crecen vulneradas y luego son obligadas a gestar por quienes en vez de tratarlas para restablecer su bienestar, las maltratan.

Para sus pacientes, Señores y Señoras agentes de la salud pública, reserven algo de ética que lxs ayude a informar, a cuidar, a respetar y abstenerse de toda maleficencia.

Y recuerden siempre que cada NIÑA MADRE, es la prueba inocultable de que un equipo de colegas falló.