La hora de una política pública seria es ahora
Por MujeresXMujeres
No hace falta seguir contando muertes. Es un ejercicio agobiante que quita el aliento, aliena y de alguna forma nos coloca en el lugar de tener que demostrar permanentemente que la violencia por razones de género existe. Y eso, a estas alturas del partido, ya es inocultable. Y ojo, existe y es un problema político, no privado de las víctimas.
Tampoco hace falta una Emergencia que ponga en 0 el contador de mora estatal para implementar políticas públicas eficaces en esta realidad de muerte, daño y dolor. Las leyes de violencia están vigentes desde hace mucho y el compromiso con la igualdad de género (erradicar la violencia entra también ahí) desde 1994.
Tampoco hacen falta más delitos o incrementos de penas. Eso le sale muy barato al Estado, muy caro a la sociedad y es muy poco redituable para las víctimas. Esa salida es una puerta peligrosa porque va de la mano de un sistema penal clasista, racista y patriarcal, inhabitable para nosotres en el corto plazo y disciplinador en el largo plazo.
Haremos todas las catarsis en las redes sociales pero cierto es que si nuestrxs tomadores de decisiones siguen haciendo el juego a las desigualdades de poder que se consolidan dentro de las instituciones, difícilmente puedan erradicar la violencia que es producto -curiosamente- de eso mismo que fomentan: las desigualdades de poder.
El Sistema Judicial debe funcionar tan bien como los mecanismos constitucionales para que rindan cuenta quienes tienen privilegios constitucionales para ser Magistrados. De eso se trata, de transparencia, ética y de respeto por los derechos humanos, que por otra parte, no se declaman sino que se garantizan. Entonces, en una provincia donde hay “intocables” y “matables” es muy difícil que la violencia de género no se reproduzca a la velocidad de la luz.
El Poder Legislativo tampoco es ajeno, porque esa cronoterapia de esperar la aceptación de renuncia en vez de acusar muestra un absoluto desprecio por las denuncias de género y la confirmación de que nuestras vidas no valen nada.
El Poder Ejecutivo no está pintado en los procesos que llegan a mal puerto o que provocan muertes evitables, porque la política pública que garantice el acceso a justicia, la reparación y sobre todo la prevención es transversal pero sobre todo, ejecutiva. Faltará articulación entre poderes? Difusión de derechos? Diseño de alternativas NO “denuncistas” a todas las consultas? Orejas con destrezas técnicas para escuchar las consultas? No lo sé, es su tarea revisar la praxis política que nos trae hasta acá.
“Ley Micaela” no es un mantra que automáticamente pueda abrir puertas, independizar victimas, contener demandas y cambiar cabezas.
Mucha menos potencia para modificar patrones culturales tendrá si mientras se dice Ley Micaela, se abre la puerta para evitar se juzgue a quien dicta sentencias sin perspectiva de género.
Cuánto de capacitación se hizo a lxs docentes? Porque si el cambio es cultural, es a largo plazo y es por ahí. Ojo ! Lo grave es que no arranque nunca.
La hora de una política pública seria es ahora.
Algo tiene que cambiar en medio de tanto tole tole patriarcal. Porque estamos cansadas de leer a nuestras jóvenes gritar con desasosiego “si no vuelvo rompan todo” y que nada cambie, y de seguir leyéndolo.
El dato político de aceptar la renuncia del único Juez denunciado por no investigar una muerte donde una victima hizo todo lo que tenía que hacer e igual murió, también es una forma de hacer política sin perspectiva de género. No importa cuántas capacitaciones en nombre del “género” se hagan, es un gran dato político.
Definitivamente algo debe cambiar porque la sordera política, como el machismo, también mata !!!!
#NiUnaMenos
#JusticiaPorPaola