«Victoria» contra el orden patriarcal
"Victoria" tenía 11 años cuando un familiar la violó. El 19 de Mayo, el Poder Judicial de Tucumán sentenció a 22 años de prisión a su agresor y también ordenó al Estado provincial le de la vacante en la Escuela Pública a la que ella había soñado ir
Por MxM
En Enero de 2021 tomamos contacto con la mamá de «Victoria», desesperada porque acababa de descubrir y denunciar el abuso sexual de su hija, y tenía obstáculos para acceder a la interrupción legal de su embarazo. Claro, Victoria tenía casi 26 semanas de gestación y unos poquitos 11 años.
A poco de andar juntas dentro del Sistema de Salud Pública «Victoria» pudo acceder a su aborto legal en la Maternidad Nuestra Señora de las Mercedes y lo hizo sin zancadillas del sistema: sin desarrollo artificial de vida intratuterina, con una asistolia que evitó un nacimiento con vida, sin violencias sanitarias de género y sin re-victimizaciones que prolonguen su sufrimiento.
Cuando el tránsito de «Victoria» por el Sistema de Salud Pública había terminado, su mamá nos pidió que la representemos en el rol de querellante en el juicio por abuso sexual que se seguía contra su violador. Y así lo hicimos.
500 días después, en lo que consideramos una resolución «reparadora» no sólo resultó condenado el autor material de delito de abuso sexual de «Victoria», sino que el mismo Tribunal Oral reconoció el agravante del «daño a la salud psíquica» que prevé el Código Penal en concurso ideal con el delito de corrupción de menores. En sintonía con el pedido de la Fiscalía que formalizó la acusación, el cual fue sostenido también por nuestra Querella y el Abogado de la Niña.
Alegamos especialmente sobre los daños que provoca para la salud integral el embarazo forzado en cualquier niña. Y la importancia de la detección precoz de estos casos para interrupciones de embarazos menos invasivas.
Pero nuestra mayor alegría es que, a pedido de nuestra Querella, el Tribunal Penal ordenó también al Estado, como garante de la obligación de investigar con debida diligencia reforzada para reparar las violencias de género, que le asegure a «Victoria» la vacante en la Escuela Pública para cuyo examen se había preparado durante 1 año y desaprobó por haber sido sólo unos pocos días después de la interrupción de su embarazo.
A estos pequeños raptos de creatividad jurídica que se nos ocurren en medio de la desolación de estos casos trágicos y desde el ejercicio de una abogacía empeñada en transformarlo todo mientras escucha y hace, los identificamos como actos de justicia feminista no porque consideremos que los abusadores sexuales no merecen cumplir una condena, sino porque la respuesta judicial que no se conforma exclusivamente con el castigo penal y busca recomponer una infancia arrasada través del deseo de estudiar, se nos presenta más emancipadora.
«Victoria» fue niña, víctima de abuso sexual y puérpera en 6 meses.
La cárcel de su abusador no puede ser la única huella que guarde la memoria estatal de esta tragedia. La educación de «Victoria» en la Escuela de sus sueños, es una respuesta institucional más poderosa de un Estado en deuda con ella.
La obligación estatal reforzada de reparar las violencias de género invita a las víctimas a mirar para adelante, frente a un castigo penal que siempre -y sólo- las obliga mirar para atrás.
En 10 días estarán los fundamentos del fallo ¡Ampliaremos!